Te decides y vas a hablar con el tutor de Laura. Él es sincero y te cuenta sobre las dificultades del día a día: la falta de personal para grupos con necesidades específicas, la burocracia que lo consume todo y la ausencia de medidas para reducir el tamaño de los grupos. Aunque no te da una solución, sientes que al menos alguien está intentando hacer algo dentro de sus limitaciones.
Debemos enseñar a las nuevas generaciones a soñar libres y con los ojos abiertos y la educación es la única llave para abrir la puerta de la libertad.